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18/10/2022

El rural como motor empresarial: Campomayor

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La firma de Palas de Rei representa un caso de éxito de dinamización económica en el rural gallego y todo un ejemplo de apuesta por la diversificación y la innovación en el sector primario

Campomayor nace a mediados del siglo XX en el municipio de Palas de Rei como una empresa dedicada a la producción de huevos. En sus inicios apenas recogían 200 unidades al día. Casi 80 años después su producción alcanza el millón de huevos cada jornada. La firma representa un caso de éxito de dinamización económica en el rural gallego y todo un ejemplo de apuesta por la diversificación y la innovación en el sector primario.

La clave de los buenos resultados reside, según explican, en mantener la misma filosofía del trabajo bien hecho y el cuidado por las cosas pequeñas. Es lo que hace de Campomayor una empresa en expansión que no pierde nunca sus orígenes.

Disponen de unas de las instalaciones más modernas de Europa, desde donde elaboran una amplia variedad de productos, que van desde el huevo convencional, huevo suelo, el ecológico, el campero y la gama de ovoproducto; huevo entero pasteurizado, clara y yema pasteurizada o huevo cocido y pelado.

A la experiencia y el esfuerzo han añadido una fuerte apuesta por la innovación con la creación de un departamento propio de I+D que ya da trabajo a cinco personas. La responsable de I+D, Eugenia Juncal, explica que están volcados en obtener una producción sostenible y respetuosa con el medio ambiente, de ahí que cuenten con 200.000 gallinas camperas, que viven en un espacio con salida al exterior. Son gallinas que pueden pasar el día fuera y entrar siempre que quieran para alimentarse, beber o descansar. El animal dispone de una alimentación de alta calidad, basada en el maíz, trigo, soja y leguminosas, adaptadas a las necesidades que tiene el animal en cada etapa de su vida.

Recientemente han sacado al mercado dos referencias de huevo campero de maíz. Es un huevo producido por gallinas camperas cuya alimentación, basada en el maíz, está certificada por la Xunta de Galicia garantizando que en la molienda que comen habrá siempre un porcentaje mínimo de este cereal. El resultado de tanto cuidado, de una alimentación selecta y de unas condiciones de bienestar óptimas para el animal, es un huevo delicioso, que se caracteriza por la yema anaranjada y un gran sabor.

Las cinco referencias de huevo campero que comercializan tienen el sello de Galicia Calidade, una certificación que constata de manera oficial y objetiva la calidad de sus productos y su origen gallego.

La cuarta generación de la familia García ha asumido el reto de innovar de manera continua. Así, han lanzado un huevo a baja temperatura, un proyecto pionero que ya ha cosechado varios premios. El resultado es un huevo listo para consumir con una clara cuajada y cremosa y con una yema melosa.

Comercializan el 95% de su producción a través de la gran distribución y distribuidores en el mercado nacional, sobre todo en la zona centro y norte; Galicia, País Vasco y Asturias. Sus productos llegan además a Portugal y al norte de África. Desde el corazón de A Ulloa, Campomayor emplea a 85 personas y tiene una facturación anual de 20 millones de euros.

La compañía está inmersa en el desarrollo y lanzamiento de nuevas propuestas, para lo que cuentan con la ayuda del programa DeseñaPeme, de la Xunta de Galicia. La nueva gama de producto llevará aparejada una nueva imagen. “Entendemos el diseño como una forma de ser más creativos, por ello lo utilizamos para identificar qué tipo de producto es más singular y cómo lo vendemos”, resume Juncal.

A través de su participación en el programa InnovaPeme, que también impulsa la Xunta a través de la Axencia Galega de Innovación, han podido avanzar en el diseño y formulación de nuevos ingredientes, automatización y digitalización en procesos de gestión de pedidos o clasificación de huevos, a los que sumar la creación de una unidad de productos innovadores.

La responsable de I+D destaca que los productos que salen de Campomayor “son buenos per se”, pero a mayores tenemos que trasmitir sus valores por la vía del mensaje y a través del packaging. La experiencia les ha demostrado que además de que el producto alcance la calidad adecuada, es muy importante conseguir diferenciarse. Por ello, han centrado sus esfuerzos para que sus productos trasladen un mensaje en el que se combina tradición e innovación.

 

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