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A-emotional light, iluminación decorativa de alto nivel
Innovación y diseño están presentes a partes iguales en el ADN de A-emotional light, con sede en O Milladoiro. La empresa se dedica desde hace más de 25 años al mundo de la iluminación. En el 2000 deciden reorientar su estrategia con el salto al mercado internacional, que en la actualidad supone el 85% de sus ventas.
Miguel Martínez, director comercial y uno de los dos copropietarios de la firma, explica que “a día de hoy el mayor volumen de producto se comercializa en EEUU”, donde hace ya varios años que tienen una filial. A mayores, sus creaciones están presentes por todo el mundo, en Europa y en países como India, Emiratos Árabes, Australia, China, Singapur o Sudáfrica.
El éxito de A-emotional light está en haber apostado por la fabricación de lámparas de diseño hechas a mano. Los 20 trabajadores que tienen en su planta de producción de O Milladoiro crean entre tres y cuatro colecciones anuales que comercializan para proyectos de hostelería, restaurantes o viviendas de alto nivel que eligen diseños muy cuidados para la iluminación de sus instalaciones.
La empresa ha recibido la ayuda del programa DeseñaPeme de la Agencia Gallega de Innovación de la Xunta de Galicia, lo que le ha permitido, según destaca Miguel Martínez, “destinar más recursos para seguir innovando en diseños e incorporar a más personal cualificado para poder avanzar en nuevas colecciones”.
La participación en el programa ha traído consigo la posibilidad de investigar en materiales y nuevas formas, nuevas maneras de diseñar que no habían usado antes y que suponen propuestas pioneras que pronto verán la luz en el mercado. También han sumado al equipo a un director creativo, el pontevedrés Isaac Piñeiro, que está volcado en nuevas soluciones de producto.
Uno de los nuevos diseños, casi listo, es una lámpara hecha con tejido 3D, como el usado para las zapatillas deportivas. El material se introduce en unas máquinas digitales que permiten obtener un tejido continuo, sin costuras, que se adapta a la forma de lámpara que se ha diseñado. De esta manera, incorporan materiales nunca usados en un sector como el de la iluminación y que permiten disminuir el tamaño de empaquetado (flat pack) de forma que una lámpara de gran volumen puede ser enviada en un pequeño paquete, lo cual contribuye a disminuir la huella de carbono, formando parte de su estrategia con respecto a la responsabilidad con el medio ambiente.
Piezas hechas a mano
Sus diseños están considerados iluminación decorativa de alto nivel y la mayor parte de su producción está hecha a mano, con lo que el consumo energético de la empresa es muy bajo. El material que impera en la mayoría de sus propuestas es la malla de acero inoxidable pintada que moldean de manera artesanal. “Tienen las mismas proporciones y dimensiones, pero cada pieza es única”, precisa Martínez. Es un material muy resistente, lavable y soporta bien el paso del tiempo, esto lo hace ideal para proyectos de restauración y hotelería. Otro de sus puntos diferenciales es el juego de luces y sombras que genera la luz al pasar a través del material, creando ambientes muy especiales y emocionales.
Uno de sus retos ha sido someter diferentes materiales a un proceso de fabricación manual con el que lograr un diseño contemporáneo poniendo en valor técnicas artesanales tradicionales y materiales que pueden cobrar una segunda vida. Es el caso de la colaboración que han establecido con un escultor con el que han diseñado una luminaria hecha en piedra. Para ello han reutilizado el material que le sobra al cantero y han producido nuevas piezas de piedra.
Lo mismo han logrado con una ceramista con la que colaboran para la fabricación de una nueva lámpara que se comercializará a nivel internacional.
Sus creaciones pueden verse en restaurantes y hoteles de múltiples países y son fácilmente reconocibles por su diseño innovador. De cara al futuro aspiran a crecer de manera controlada para seguir llevando el diseño y la fabricación gallega por el mundo.