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03/01/2023

Néboda Farms, la revolución de la agricultura tradicional

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Con el apoyo de la Xunta de Galicia a través de convocatorias como InnovaPeme, la empresa viguesa Néboda Farms, especializada en el sector agrotech, ha desarrollado un innovador sistema de agricultura vertical

En Néboda Farms se definen como “agricultores del futuro en el presente”. Y no es para menos con su propuesta, con la que pretenden la revolución de la agricultura tradicional a través de la apuesta por dos ejes fundamentales: la tecnología y la ciencia.

Los ingenieros Roberto Estévez e Iván García son los promotores de un equipo emprendedor formado por seis personas que trabaja desde la ciudad de Vigo. Su proyecto se basa en la producción y comercialización de cultivos de calidad superior mediante el uso de la tecnología vertical de interior, orientándose al mercado de las ensaladas envasadas y de las hierbas aromáticas. De hecho, en el año 2020 vendieron sus primeros productos en el canal horeca, incluyendo ventas a varios restaurantes con Estrella Michelin.

La solución que han diseñado, denominada Néboda Smart Factory 4.0 (NSF), supone el desarrollo de su actividad en el interior de una edificación con un clima totalmente controlado. Son cultivos hidropónicos, en los que no se usa la tierra, se ilumina mediante tecnología led y se dispone de un nivel muy alto de sensorización, elementos que facilitan la obtención de un ambiente aséptico. El ahorro de agua alcanza el 90% con respecto a los cultivos tradicionales.

 A mayores, es un tipo de producción en el que no se usan pesticidas ni herbicidas, por lo que el resultado son unos productos más sabrosos, ultra frescos, muy seguros, trazables y nutritivos, disponibles todo el año y que se comercializan como un producto local.

Innovación al servicio de la competitividad

La primera inversión de envergadura de la empresa fue la adquisición de una tecnología puntera importada de EEUU para la validación de la propuesta de valor de la agricultura vertical de interior y que les sirvió como base de partida de conocimiento para el diseño de la NSF 4.0.

El sistema que han desarrollado cuenta con un robot manipulador y científico diseñado por ellos mismos que incorpora la gestión automática de unidades de cultivo y la adquisición masiva de datos; una arquitectura que permite la máxima flexibilidad productiva; un control de solución nutritiva avanzado, con una reducción del consumo de agua superior al 50% respecto a otros sistemas hidropónicos, aumento de la biomasa y calidad de los cultivos, y la consiguiente reducción de costes en nutrientes. Además, el sistema FMS permite el transporte automático entre operaciones y el procesado de operaciones inteligentes por traza.

El principal reto de la empresa es conseguir un producto diferencial para lograr ser competitivos en costes, uno de los principales hándicaps de la agricultura vertical de interior. De hecho, NSF 4.0 les permitirá reducir las necesidades de inversión, ahorrar costes productivos y ser capaces de automatizar tareas.

Apoyos autonómicos

Para el desarrollo de su iniciativa, la empresa ha contado con diferentes líneas de apoyo de la Xunta de Galicia orientadas al impulso de las pymes innovadoras. En el año 2021 fueron una de las empresas beneficiarias de InnovaPeme, un programa gestionado por la Agencia Gallega de Innovación destinado a impulsar los planes innovadores de pequeñas y medianas empresas.

Ese mismo año, además, alcanzaron un contrato con la Universidad de Vigo, que les permitió avanzar en sus objetivos de crecimiento, y se unieron a la fase de aceleración de la Business Factory Food, con el desarrollo de nuevas variedades de producto y su lanzamiento comercial al canal retail.

Néboda es también una de las entidades que serán apoyadas por la Xunta a través del programa de recuperación Neotec, dirigido a empresas gallegas evaluadas favorablemente en esta convocatoria estatal que no obtuvieron financiación por falta de crédito. Gracias a esta ayuda, dotada con 325.000 euros, construirán el prototipo que les permitirá digitalizar todo el proceso de cultivo con el que en 2023 podrán validar que son competitivos en costes. Al año siguiente, tienen previsto abrir su primera fábrica, lo que supondrá dar el salto a la escala industrial con una facturación anual de 3,5 millones de euros y que conllevará la internacionalización de la empresa.

Entre sus planes de futuro está además democratizar que sus productos sean accesibles a través de la gran distribución con la presencia en todos los lineales. Por ello trabajan ya en un portfolio de productos para cuando el prototipo se encuentre operativo, en 2023, para poder ampliar su mercado a través del sector retail.

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