
¡Al día!

Conservas tradicionales y para todos los gustos, desde Cambados para el mundo
El origen de esta empresa gallega se remonta al año 1920, con la inauguración de la primera planta de conservas de la familia Peña en Cambados. Pero no es hasta 2008 cuando Conservas Peña se transforma en Real Conservera Española. Desde entonces, han cambiado muchas cosas, pero no lo más importante, en palabras de Lucrecia García, directora general de la empresa: “Mantener la tradición del sector conservero, preservando los métodos de elaboración, tanto en cuanto a la manipulación de pescado y marisco como en la preparación de salsas y coberturas”. Priorizar la calidad frente a la productividad y no pensar en las horas que lleva sino en hacerlo bien sigue siendo una de las máximas de la compañía.
De entre todos los productos de Real Conservera Española, pescados y mariscos que proceden exclusivamente de las rías gallegas, destacan especialmente dos: la sardinilla en todas sus variedades (en oliva, en oliva picante y oliva limón con condimentos naturales) y los mariscos de ría (mejillón, almeja, navaja, zamburiña, berberecho y erizo). Al contrario que el mejillón, muy reconocido a nivel internacional y fácil de vender, las navajas o las zamburiñas son muchas veces especies que no se identifican o que el consumidor no acostumbra a consumir en conserva.
Mercado internacional y digitalización
Gracias a su incursión en nuevos mercados internacionales, han pasado de ser una pequeña empresa familiar del sector gourmet a facturar el año pasado 2,4 millones de euros, cifra que se ha incrementado casi un 30% durante los cuatro últimos años. Las conservas de Real Conservera Española ya pueden encontrarse además de en multitud de países europeos (Francia, Italia, Alemania, Suiza, Rumanía, Dinamarca, Países Bajos…), en Estados Unidos y Australia. Además, la marca se encuentra en fase de negociación para introducir su producto también en el mercado asiático, concretamente Emiratos Árabes y Corea.
Lucrecia García valora positivamente la intensificación de la presencia en redes sociales de empresas del sector y asegura que la innovación no está reñida con esa forma tradicional y artesanal de hacer las cosas que les caracteriza: “Saber cómo estamos haciendo las cosas y tener datos en tiempo real es muy valioso para mejorar y ser más competitivos”. Destaca en este sentido que su apuesta por la digitalización ha tenido un peso fundamental en el crecimiento exponencial que la compañía ha experimentado en los últimos años: “Pasamos de no tener nada a generar tráfico nacional e internacional en nuestra propia plataforma de venta en la web”.
Sostenibilidad y valor humano, objetivos prioritarios
La sostenibilidad constituye una de las prioridades de Real Conservera Española, que desde siempre ha apostado por las artes de pesca menos invasoras, el cumplimiento de las vedas y los límites de captura para garantizar el futuro de la biodiversidad marina. La compañía cuenta en la actualidad con un plan de compromiso sostenible que incluye objetivos de reducción de agua y consumo energético y transformación a energía renovable, así como reutilización de residuos y uso de material reciclable.
No menos importante para la compañía es continuar afianzándose en base al valor humano inherente a la empresa familiar. Gran parte de la plantilla la integran personas que llevan décadas trabajando en la conservera, que se preocupa por mantener ese vínculo de cariño con “su gente”, los trabajadores, “RSC llevada a un nivel muy familiar y particular”.