iBoneLab nace en noviembre de 2019 como spin-off de la Universidad de Santiago de Compostela gracias al conocimiento y experiencia del grupo de Cirugía, Radiología y Ecografía Experimental Veterinaria del Campus de Lugo. Su cometido es ofrecer servicios de I+D a empresas e instituciones públicas, tanto nacionales como internacionales, en los campos de la biomedicina y los biomateriales. “Ofrecemos el análisis de la respuesta de los organismos vivos frente a esos biomateriales, utilizando distintas técnicas, como el análisis histológico de ´lamina delgada´, la histomorfometría o la microtomografía, entre otras”, explica María Permuy Mendaña, investigadora y una de las promotoras de la iniciativa. “En general, a las empresas, aunque sean muy grandes, no les compensa tener un laboratorio como el nuestro dentro de sus instalaciones, ya que conlleva una inversión importante en equipamiento y personal especializado, siendo más rentable para ellos la subcontratación de estos servicios. Es ahí donde entramos nosotros”, continúa.

La ´lámina delgada´ es una técnica histológica que permite procesar cualquier material (ya sea biológico o no) independientemente de su dureza para después poder observarlo al microscopio. De esa manera, se puede ver la respuesta de los tejidos cuando se coloca ese implante y permite valorar qué material es mejor en cada caso. “La ventaja es que tejidos duros del organismo, como son los huesos y los dientes, y cualquier material implantado en ellos, como podría ser un implante de titanio, puede procesarse mediante esta técnica y observar sus características al microscopio, dando por ejemplo resultados en cuanto a su biocompatibilidad con los tejidos”.

Actualmente más del 90% de la facturación de IBoneLab es internacional y trabajan con empresas privadas e instituciones públicas de España, Portugal, Francia, Suiza, Noruega, Bélgica, Israel, Canadá, Estados Unidos, Austria, Italia o Irlanda, entre otros. Dentro de los campos de la biomedicina están centrados en el estudio de biomateriales destinados a su uso en odontología, traumatología o cirugía de columna.

iBoneLab supone además un caso de éxito de transferencia de conocimiento de la universidad al mercado. “Tenemos la suerte de haber contado con el apoyo de varias instituciones, como la propia Universidad de Santiago, el Concello de Lugo, que nos ha albergado en sus instalaciones del CEI-Nodus, o la Agencia Gallega de Innovación. La experiencia ha sido buena, pues la creación de la empresa nos ha facilitado la estabilización del personal investigador y técnico, así como la posibilidad de abrirnos de manera ágil al mercado”, comenta.

Recientemente, han sido beneficiarios de la convocatoria de la Xunta para apoyar los planes de negocio de empresas tecnológicas que hayan sido evaluadas positivamente en el programa estatal Neotec, del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) pero que no hubiesen obtenido financiación por insuficiencia de crédito. “Aunque tenemos optimizada la técnica para conseguir preparaciones histológicas de calidad, el análisis posterior requiere muchas horas de trabajo para poder llegar a cuantificar los resultados. Con la ayuda que nos ha concedido la Agencia Gallega de Innovación estamos desarrollando un software de análisis de imagen histológica mediante inteligencia artificial. Lo que se persigue es poder analizar las imágenes digitalizadas de las muestras que procesamos en el laboratorio de manera lo más automática posible. Con la colaboración de investigadores del Citic de la Universidad de A Coruña, estamos ´enseñando´ al programa a reconocer los tejidos que se pueden ver en las preparaciones, de forma que se pueda automatizar el análisis. Esta automatización esperamos que nos permita, además del ahorro de tiempo, una mayor precisión de los resultados”, detalla.

En la actualidad, está en fase de construcción una nueva sede de iBoneLab en el polígono empresarial de As Gándaras de Lugo, que les permitirá ampliar sus instalaciones y ofrecer nuevas soluciones tecnológicas dentro de su campo. “Para nosotros lo más importante es intentar divertirnos en nuestro trabajo y aportar soluciones técnicas a problemas reales de las empresas. Como la mayoría de nuestros clientes vienen del extranjero, nos hace especial ilusión enseñar nuestra ciudad a los investigadores que vienen de fuera, a los que sorprendemos gratamente”, concluye.