Javier Sardina López, Carlos Cobas Gómez y Santiago Domínguez, con quien hablamos en esta entrevista, son los tres socios fundadores de la compañía Mestrelab Research, una de las biotech gallegas más destacadas, especializada en software para la industria farmacéutica y biotecnológica. En 2021 crearon Sémola Tech Ventures, una sociedad de inversión dirigida a financiar proyectos en fase semilla enfocados en los campos de las ciencias de la vida y la biotecnología.

Tomando como referencia el modelo de Silicon Valley fundaron en 2021 Sémola Tech Ventures. ¿Qué les animó a hacerlo y con qué objetivo?

La fundación de Sémola surgió de una combinación de circunstancias. Por un lado, y principalmente, del éxito alcanzado por el proyecto de Mestrelab, que resultó en una venta de participaciones por parte de los socios de Mestrelab a la empresa multinacional Bruker Inc., lo que aportó fondos suficientes para afrontar el apoyo del resto del ecosistema. Esto fue complementado por la constatación de la alta calidad y número de los proyectos biotecnológicos que están surgiendo en Galicia, que necesitan de apoyo por parte de business angels en una fase semilla antes de poder acercarse a los fondos de capital riesgo y, finalmente, de la preocupación por la falta de inversores de este tipo en el ecosistema gallego. El proyecto nació con una vocación de apoyar y dinamizar el sector biotecnológico gallego para crear riqueza en la región y asegurar el futuro profesional de nuestra juventud.

¿Cuáles son los principales retos a lo que se enfrentan las empresas biotecnológicas que se encuentran en fase semilla?

Los retos son múltiples y complejos. Entre ellos se encuentran la consolidación del equipo y la atracción de talento, la consecución de lo que se llama encaje producto-mercado, es decir, la adecuación de la solución aportada por la empresa a la necesidad de los clientes potenciales de la misma, el acceso al mercado y, en mayor medida, a los mercados internacionales a menudo necesarios para alcanzar el éxito y asegurar la sostenibilidad. Por encima de todo, el reto más difícil hoy en día en el ecosistema gallego es, aún, la consecución de la financiación necesaria para el desarrollo del proyecto y la resolución de los retos anteriores que, en la mayor parte de los casos, depende de dicha financiación.

Como sociedad de inversión, ¿qué criterios tienen en cuenta a la hora de seleccionar proyectos?

Nos interesan las tecnologías con potencial de impacto, particularmente en la salud de las personas, que es ciertamente un foco de nuestra actividad. Los equipos de alta calidad y con un buen balance entre el componente académico y el de gestión de negocio y la cercanía, por geografía o por redes de contactos, que nos permite conocer los proyectos con mayor detalle.

¿En qué empresas participa actualmente Sémola Tech Ventures?

Sémola participa en seis startups gallegas del sector biotecnológico: BFlow, Celtarys Research, Chemosapiens, Diversa Technologies, Liberabio SL y QuBioTech. Participa también en dos proyectos internacionales: la californiana Labvoice Inc y la bostoniana Scaffold Therapeutics Inc. Y finalmente por el momento, en Nowture, un venture builder con vocación de inversión y de desarrollo del sector en Galicia.

¿Qué papel juegan las empresas tractoras y consolidadas como MestreLab en el fortalecimiento y cohesión del sector biotecnológico gallego?

Las empresas tractoras y consolidadas tienen, desde nuestro punto de vista, un deber de liderar y activar el ecosistema del que forman parte. Abriendo mercados internacionales. Estableciendo la reputación del sector a nivel internacional. Creando contactos que se puedan aprovechar por otras empresas que vienen detrás. Liderando, apoyando, financiando o llevando a mercado proyectos de colaboración. Dando visibilidad al sector en la sociedad para ayudar a atraer talento y financiación.

¿Con qué ingredientes cuenta Galicia para convertirse en un hub biotecnológico puntero en Europa?

Galicia cuenta con una labor investigadora puntera en sus universidades y centros tecnológicos, muy bien posicionados internacionalmente. También con talento, investigadores e investigadoras con ambición de contribuir a resolver problemas sociales y crear un sector competitivo. Cuenta con un alto nivel de vida, que ayuda a atraer talento internacional que pueda complementar al talento autóctono en áreas donde aún existen carencias, como puede ser la de la gestión de las empresas. Y también, lo que es muy importante, con un apoyo institucional muy significativo, particularmente por parte de la Xunta de Galicia, pero también del CDTI, lo que permite financiar más empresas y dotarlas de más recursos para permitirles crecer y competir en mercados internacionales difíciles.

¿Qué retos tiene por delante Sémola?

Por un lado, seguir generando financiación que nos permita seguir invirtiendo en esta etapa temprana y muy arriesgada de las empresas. Por otro, ayudar a las empresas invertidas a acelerar el crecimiento de su negocio, apoyando su gestión y labor de internacionalización y acceso a mercado. Y finalmente, atraer a otros inversores al ecosistema, combinando nuestra labor con la de otros agentes como las instituciones públicas o el fondo de capital riesgo privado gallego Bio&Tech Smart Capital.