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10/11/2023

La innovación en procesos: una herramienta básica de competitividad

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A menudo se vincula la innovación con el desarrollo de nuevos productos o tecnologías, pero innovar en los procesos de la cadena de valor es también crucial para incrementar la productividad y la sostenibilidad de una empresa

La innovación es clave para el crecimiento de una empresa, sea cual sea su tamaño. Para accionar este proceso con eficacia es necesario conocer, analizar y optimizar cada paso de su cadena de valor. Revisar cómo se fabrican los productos o se prestan los servicios, así como todas las tareas que se realizan (prestando especial atención a los valores diferenciales frente a la competencia) es fundamental para seguir avanzando e incrementar la productividad y la sostenibilidad.

El primer paso es identificar la cadena de valor de la empresa, en la que se suelen distinguir dos estadios diferentes:

  • Cadena de valor primaria. Conjunto de procesos que se llevan a cabo en la empresa desde la entrada de las materias primas hasta la satisfacción del cliente, pasando por la fabricación y distribución.
  • Cadena de valor secundaria. Conjunto de actividades que, siendo imprescindibles para el funcionamiento diario de la empresa, no están en la raíz del proceso de creación de valor para la clientela: administración, recursos humanos, contabilidad y finanzas, gestión interna, etc.

Una vez hecho esto, es importante reflexionar sobre qué procesos se pueden optimizar o externalizar. El segundo paso es explorar el conocimiento del mercado para descubrir cuáles son las tecnologías disponibles e identificar las que se adaptan mejor a los retos de competitividad de la pyme. Y ya, por último: implantar y aprender a usar las tecnologías para seguir dando respuesta efectiva a los desafíos del mercado.

Las tecnologías de transformación digital, como la robotización o la inteligencia artificial, representan un claro ejemplo de innovación en procesos y suponen una gran revolución en la cadena de valor industrial. Destaca por ejemplo el llamado gemelo digital, consistente en una representación digital de un objeto, proceso o servicio físico: un motor a reacción, un buque, un edificio, un parque eólico... Estas réplicas virtuales son utilizadas para hacer simulaciones antes de que se creen e implementen cambios en los objetos reales, con el fin de recopilar datos para predecir cómo funcionarán.

La innovación en procesos circulares es también un proceso lleno de oportunidades para las empresas, contribuyendo a replantear la cadena de valor: reduciendo la huella de carbono, aumentando la eficiencia y el valor empresarial o reaprovechando los residuos.

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