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Un enfoque integral del diseño, clave para la competitividad
El diseño es un aspecto crucial que a menudo se asocia con la creación de productos atractivos y funcionales, comunicaciones visuales eficaces y una experiencia de usuario satisfactoria. Este enfoque tradicional del diseño tiene como objetivo principal mejorar la estética y la funcionalidad de los productos o servicios ofrecidos por la empresa. El diseño estratégico va un paso más allá y representa un enfoque integral en el que el diseño se considera como parte de una estrategia empresarial a largo plazo, aborda desafíos y genera oportunidades en un nivel más amplio.
Además, el diseño estratégico desempeña un papel importante en la promoción de la innovación, al vincularse cada vez más a la investigación de nuevos productos y materiales, características, modalidades de venta, etc., con el objetivo de cumplir las expectativas y exigencias del mercado y de los consumidores.
También existe un binomio muy importante entre diseño estratégico y sostenibilidad, ya que este último se convierte en una herramienta transformadora fundamental para ofrecer soluciones a grandes retos ambientales, como el uso del agua, la reducción o reaprovechamiento de residuos, la responsabilidad en el consumo energético y las emisiones o la apuesta por materiales sostenibles y reutilizables. Todo ello, sin perder de vista la funcionalidad de los productos y servicios, así como la experiencia de los usuarios. Por ello, sectores como el del mobiliario, la iluminación o el gran consumo, entre otros, han sido algunos de los que más se han enfocado hacia el diseño estratégico.
Claves para implementar el diseño estratégico
La implementación efectiva del diseño estratégico en una empresa puede marcar la diferencia en su crecimiento y éxito a largo plazo. Algunos pasos importantes a la hora de implementarlo serían:
- Definir una visión clara, en línea con los valores fundamentales de la empresa. ¿Cuál es la misión de la empresa? ¿A qué retos se busca dar respuesta? ¿Cuál es el impacto que se espera generar?
- Analizar el entorno empresarial, incluyendo tendencias del mercado, competidores y factores macroeconómicos. ¿Qué se está haciendo en el mercado? ¿Cómo nos podemos diferenciar? ¿Cómo transformar o mejorar la experiencia del usuario con el producto?
- Las personas, en el centro. Conocer al usuario final de los productos o servicios, buscando transformar su experiencia es clave. Para ello es importante aplicar nuevos enfoques.
- Colaboración y cultura organizacional. El diseño estratégico no es solo la tarea de un equipo concreto de la empresa. El conocimiento y la experiencia de las diferentes personas pueden ayudar a identificar oportunidades y desafíos. Es importante generar y fomentar una cultura colaborativa.
- Medición y seguimiento, estableciendo indicadores clave de rendimiento para medir el progreso hacia los objetivos estratégicos.
- Flexibilidad. Una estrategia diseñada de manera efectiva debe ser flexible, permitiendo ajustar la estrategia según sea necesario.
- Formación y desarrollo. Proporcionar capacitación y desarrollo al equipo para mejorar las habilidades y capacidades garantizará que estén equipados para ejecutar la estrategia con éxito.