Utingal es un caso de éxito de diversificación industrial, aplicando y adaptando su know how en la automoción, campo en el que iniciaron su actividad en el año 2000, hacia nuevos sectores como el aeronáutico, al que dieron el salto en 2012 y del que hoy son una de las empresas más consolidadas y de referencia.

“En 2015 adquirimos nuestra nave actual, de casi 4.000 metros cuadrados, y a día de hoy prácticamente el 85% de nuestro negocio es aeronáutico”, detalla Jesús González López, consejero delegado de la empresa, afincada en el Parque Empresarial de Areas (Tui), y vicepresidente del Consorcio Aeronáutico Gallego.

En Utingal se encargan de ofrecer soluciones integrales y proyectos a medida, con un servicio “llave en mano” orientado a la automatización de proyectos industriales de distinta envergadura: desde la ingeniería para la mejora de procesos productivos del sector aeronáutico, hasta la fabricación de utillajes específicos o piezas de avión en materiales compuestos.

Europa es actualmente su principal mercado, aunque también han desarrollado proyectos para EEUU, México y Marruecos. En su cartera de clientes encontramos a algunos de los principales grupos multinacionales aeronáuticos, como Airbus - para el que trabajan para todas sus plantas de España y Francia-, Actiturri, Grupo Aernnova, Grupo ITP, MTorres o Embraer; así como la empresa de defensa General Dynamics. De hecho, uno de sus trabajados más reconocidos es el diseño, fabricación y montaje de plataformas de mantenimiento, reparación y revisión de aeronaves MRO para el avión C 295 de Airbus.

Proyectos de innovación

Certificada con el sello de Pyme Innovadora por el Ministerio de Ciencia e Innovación, el espíritu innovador ha sido siempre una constante en Utingal. “Contamos con muchos proyectos de innovación a lo largo del año y la mayoría surgen de los retos tecnológicos que nos plantean nuestros clientes, sobre todo Airbus, para dar solución a sus necesidades de producción para ser más competitivos”, explica González López. En la actualidad, muchos de estos retos están enfocados en el campo de la economía circular, buscando el máximo reaprovechamiento de los materiales y residuos; y el desafío que suponen las altas fabricaciones que se empiezan a generar en el sector aeronáutico, “hasta ahora un proceso bastante manual por la tipología de trabajo, pero poco a poco se van implantando tecnologías para que se empiecen a automatizar procesos, cada vez más fiables y competitivos en precio en el marco de un mercado globalizado”, explica.

Entre los proyectos más recientes destaca Replay. La Xunta de Galicia, a través de la Axencia Galega de Innovación, ha colaborado con Utingal en el desarrollo de la primera solución integral de reciclaje de poliamidas procedentes del sector aeronáutico para su aprovechamiento en tecnologías avanzadas como la impresión 3D. La iniciativa ha contado con el apoyo estratégico de Airbus y, junto con Utingal, han participado en ella otras cuatro empresas para dar respuesta a las tres grandes áreas de este proyecto: química, mecánica y de automatización y control.

Además, han colaborado el Centro Tecnológico de Investigación Multisectorial (Cetim) y la Universidad de Vigo, para acercar sus capacidades de investigación al proyecto.

Impulsando el ecosistema aeronáutico

La industria aeronáutica y aeroespacial gallega tiene un gran potencial y cuenta con una experiencia consolidada, con el Polo Aeroespacial de Rozas como principal referente en materia de vehículos aéreos no tripulados, gracias a la Civil UAVs Initiative impulsada por la Xunta de Galicia. “El Polo es muy importante, no solo para las empresas del sector, sino también como oportunidad para todo el tejido industrial del entorno”, remarca González López. “El sector de los UAVS, además de ser novedoso, no implica las condiciones de inversión y maquinaria que sí requiere un avión civil y es un ámbito que se adapta bien a la tipología de empresas que, por ejemplo, proceden del sector del automóvil, haciendo un esfuerzo en conocimiento, trazabilidad y normativa. Además, Galicia es un entorno adecuado para las pruebas con drones y hay un montón de necesidades que genera la propia comunidad y el ecosistema”, explica.