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18/12/2023

Entrevista a Marcos Saavedra Seoane, fundador de DesignThinking.gal

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"Innovar no es caro, lo que es muy caro es no hacerlo"

Designthinking.gal es una consultora gallega que desarrolla programas de formación y proyectos de innovación a través de la metodología del Design Thinking. Su principal objetivo es impulsar la innovación en Galicia.

¿Con qué objetivos nació DesignThinking.gal?

Principalmente nacimos con el objetivo de dar a conocer la innovación centrada en las personas tanto a las organizaciones como a la sociedad gallega en general. Comenzamos en 2014 y apostamos desde el inicio por una innovación inclusiva y diversa, donde cualquier persona pudiera innovar independientemente de sus características. Lo importante es dotar a las personas de las herramientas idóneas y generar un espacio de confianza donde se puedan expresar. Hoy en día trabajamos para organizaciones de España y Latinoamérica y en los sectores más diversos, desde lo social al tecnológico pasando por el educativo o el industrial.

¿En qué consiste exactamente la metodología Design Thinking?

El Design Thinking es una metodología de innovación centrada en las personas que comienza por buscar las necesidades reales de los usuarios/as: los famosos insights. A partir de estos insights se realiza un proceso creativo, el cual se concreta en un prototipo, y finaliza con un testeo con el público objetivo. Es una metodología que funciona por interacciones rápidas y baratas y que nos permite implementar soluciones muy contrastadas con los usuarios/as, lo que aumenta sus probabilidades de éxito.

A menudo se asocia innovación únicamente con inversión tecnológica. ¿Qué enfoque integral debe tener la innovación en la empresa y a qué aspectos se puede aplicar?

La innovación no deja de ser una herramienta que tenemos los humanos para solucionar problemas o necesidades, por lo tanto, puede aplicarse en cualquier ámbito.

En cuanto al enfoque, para empezar, sería muy interesante que las organizaciones fueran conscientes de que innovar no es caro, lo que es muy caro es no hacerlo. Hay muchos ejemplos a lo largo de la historia de organizaciones líderes en su sector que desaparecieron por dejar de innovar.

Una vez que apostamos por la innovación, lo ideal sería que esta formara parte de la cultura de la organización, ya que facilitará los procesos para innovar, se obtendrán mejores resultados y será mucho más sostenible a largo plazo.

¿Cuáles son las claves para implantar la cultura de innovación en una empresa u organización?

Creemos que la mayor clave es tener un propósito compartido, desde el/la CEO hasta el último trabajador/a, lo cual motive a realizar ese cambio cultural.

A partir de ahí hay que conocer a las personas que forman parte de la organización, identificar las barreras que están bloqueando o pueden bloquear ese cambio y aprender haciendo.

¿Qué retos deben afrontar las pequeñas y medianas empresas para innovar?

Uno de los mayores retos en las pymes pienso que es encontrar esos espacios de confianza para que surja la innovación. Normalmente estos perfiles de empresas, sobre todos las pequeñas, suelen tener los recursos muy ajustados en personal y tiempos. Esto, unido a las diferentes

leyendas sobre la innovación, como que es cara, compleja o que solo tiene que ver con la tecnología, hace que les resulte muy complicado plantearse comenzar a innovar.

Trabajamos con muchas pymes durante estos años generando esos espacios y sabemos que es factible, muchas veces es cuestión de cambiar el chip y vencer esas barreras.

Afirman que el futuro de la innovación en las empresas está en las llamadas Comunidades de Innovación. ¿Qué son y cuál es su importancia?

Podríamos definir una Comunidad de Innovación como un conjunto de personas que tienen como interés común innovar o mejorar lo establecido, haciendo avanzar a su organización, sector o a la sociedad en general.

El trabajo en comunidad es tan viejo como el ser humano y fue una de las claves que nos hizo llegar hasta aquí como especie. La ventaja con la que contamos actualmente son las tecnologías para la comunicación, las cuales nos permiten llegar a volúmenes de gente y latitudes que antes eran inviables.

En un mundo donde todo va cada vez más rápido, necesitamos estar conectados de forma permanente con todo nuestro ecosistema, detectando de forma ágil necesidades u oportunidades que nos permitan seguir siendo útiles a nuestros usuarios/as y por tanto sobrevivir.

Las propias dinámicas que se generan en las comunidades dan lugar a un proceso de aprendizaje mucho más ágil y exponencial que el tradicional, lo que permite incrementar el valor de las organizaciones. Actualmente no existe una innovación más rápida y mejor que la que puede llevar a cabo una comunidad de innovación motivada.

Además, la generación de comunidades de innovación supone una inversión muy baja para las compañías en comparación con el retorno que generan de forma continua y a largo plazo.

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