
¡Al día!

Marroquinería única y artesanal hecha en Ribadeo
Ezequiel Franchi recaló en Ribadeo hace 12 años, junto con su esposa Jimena Guaglianone, tras sentir un verdadero flechazo con la localidad lucense durante una visita de turismo. Nacidos en Argentina y descendientes ambos de gallegos, encontraron aquí el lugar perfecto para asentarse y poner en marcha su proyecto de emprendimiento, que se materializó con la apertura de su taller artesanal Raíces Nómadas Atelier.
Fusión atlántica
Tras formarse en Bellas Artes en su Argentina natal y experimentar a lo largo de más de 20 años con diferentes materiales, como la cerámica o la plata, Ezequiel y Jimena encontraron en el cuero “el material perfecto y definitivo” para poder desarrollar su talento creativo.
De su taller, que cuenta con el sello Artesanía de Galicia, salen bolsos y complementos en los que la fusión es la principal seña de identidad, pues en ellos se mezclan las técnicas clásicas de la marroquinería fina europea con los trenzados y la soguería propios de la cultura criolla. “Es un proceso 100% artesanal real. La costura, los patrones, los acabados… todo está hecho a mano. Podemos invertir hasta 35 o 40 horas en la elaboración de cada pieza. Esto también nos ha llevado a seleccionar muy cuidadosamente los materiales con los que trabajamos, para que su calidad esté a la altura del tiempo que se emplea en el proceso de creación”, detalla Franchi.
En la última edición de los Premios Artesanía de Galicia, convocados por la Xunta, Raíces Nómadas resultó finalista con “Nasa”, una pieza en la que Franchi reconoce “haber dejado el alma”. Se trata de un bolso de mano realizado en piel de curtido vegetal, que busca reinterpretar a través de la marroquinería y del trenzado aquellas nasas antiguas elaboradas con madera y mimbres. “Cuando descubrimos las nasas nos quedamos verdaderamente fascinados. Nos llamaron la atención no solo como objeto bello, sino también por su uso, por la tradición y por todo lo que significa la cultura marítima de Galicia”, explica.
Un proceso de creación compartido
Para Ezequiel Franchi, compartir el proceso de elaboración de las piezas personalizadas y mostrar cómo va evolucionando la pieza es clave. Además, “siempre intentamos que el cliente, si se encuentra cerca, pueda venir hasta el atelier a ver el proceso en directo, elegir los materiales, tocar las pieles, ver los colores de las cremalleras, la calidad de los hilos…”, comenta. Gracias precisamente a esa conexión con el objeto, “al final no se llevan solo un bolso, sino toda una experiencia. Esta es la forma que tenemos de contribuir a poner en valor nuestro oficio”, continúa. Precisamente en esta valorización destaca también la labor realizada por la Fundación Pública Artesanía de Galicia. “Estoy encantado. No conozco otra comunidad que tenga una fundación tan dedicada como esta trabajando y cuidando al tejido artesanal”, asegura.
Con la vista puesta en el futuro, les gustaría expandir la marca y llegar a clientes fuera de España e incluso de Europa, pero sin perder la esencia de lo artesanal, que es lo que los hace únicos.